lunes, 22 de octubre de 2007

El maravilloso mundo de Xavier Rudd.

Los australianos son raros. La verdad es que no conozco a muchos, pero suelen ser personajes que distinguen, por una cosa o por otra. Sobre todo en esto de la música. Xavier Rudd es muy australiano; es raro, se destaca en una disciplina musical muy en particular (el curioso universo de los one man band).


Hecha la reflexión el siguiente comentario se ocupará de contarles que el concierto que dio en Madrid el pasado 4 de septiembre fue curioso por sus formas y soberbio por su profesionalismo.
Con el agregado de Dave Tolley, un batería de golpe más que concreto, el ir y venir de sensaciones que suele ser un concierto de Rudd se volvió más ágil que de costumbre, por supuesto que las muy buenas canciones de White Moth (2007) ayudaron a tal circunstancia.
La familia australiana en Madrid estaba a tope festejando cada intención de Rudd, sobre todo cuando el rubio activaba sus didgeridoos y ese incansable bombo en negra que no dejaba que pares de bailar.
Después de desgranar en largos episodios instrumentales sus temas más conocidos, (“Let me be”, “Better people” y “Come let go” se festejaron como un try de los Wallabies) Xavier y Dave se animaron con una deforme pero sorprendente versión del “Iron man” de Black Sabbath. Si, son raros estos aussies, pero que bien lo hacen ¿no?