lunes, 31 de marzo de 2008

The Mars Volta en directo: viva el inconformismo.

Hace rato que The Mars Volta es un grupo que no tiene que explicarle nada a nadie. Salen en las revistas de tendencias musicales mas guays y cientos de bandas copian sus vestimentas y esas increíbles formas de bailar.
Pues parece que estos provocadores no se conforman con eso. Al contrario de ofrecer un concierto fácil (bueno, nunca un concierto de estos sería del todo “fácil” debido a la complejidad de su música) les dan vueltas y más vueltas a esa particular visión de asimilar la música que tienen.
Total que el último show de Madrid fue un viaje sensorial impresionante. Profundo, retorcido e impactante.



Cerca de tres horas sin casi parar terminaron siendo como una prueba de fuego para la resistencia de los cinco sentidos de todos los que allí flipábamos. Pasajes de 25 minutos donde Cedric Bixler Zavala , Omar Rodríguez Lopez y los suyos reinventan sus temas con climas de inesperada intensidad, de esa que por más que te prepares a recibirla, SIEMPRE te sorprende y te supera. Intensidad debida, en parte, a la arrolladora actuación del nuevo batería de la banda, Thomas Pridgen quien reemplazó a (el supuestamente irremplazable) Jon Theodore. Pridgen es la versión hard core del enorme Will Calhoun de Living Colour, ni más ni menos.
La espiral de psicosis que los temas de cada uno de los discos de The Mars Volta experimentan en este directo parece no tener fin, y en cuanto suenan los nuevos y rompedores arreglos de vientos y percusión en las antiguas composiciones, tu cerebro pide vacaciones. Es que si, es un poco estresante verles tres horas en directo, pero, la verdad, nunca el stress me había sabido tan bien. / Adriano Big Mazzeo.