jueves, 20 de diciembre de 2007

08001: innumerables e irresistibles colores.

El camino desde casa a la sala Caracol es relativamente corto, pero una vez atravesadas las puertas del local y comenzado el concierto de 08001, las distancias geográficas parecen ampliarse significativamente; de manera proporcional, las sensoriales se achican.
El colorido contexto escénico hipnotiza y la curiosidad se ve complacida al instante.

Comienzan a caer los impecables temas de Vorágine (2007). Este colectivo artístico formado por personalidades llegadas de infinitos puntos cardinales hace añicos la frase hecha “choque de culturas”. Aquí las culturas no chocan, aquí producen. Las potentes bases en contexto sonoro de dub rock, dejan lucir las sutilezas de las cuerdas (violín, cello y laud) y los innumerables colores vocales se convierten en un delicatessen irresistible.
“Mr” puso la piel de gallina con una interpretación vocal emocionante, “Jungle” hizo lo suyo con esa línea de voz, a cargo del increíble Clerence, que tanto recuerda a Corey Glover de Living Colour, mientras que “Vorágine” se materializó en un aplanadora musical, profundamente adictiva.
A esta altura no caben dudas que los músicos que están en el escenario son capaces de mucho, como una especie de dream team de la world music.
Un show donde la intensidad no bajó en ningún momento, excepto cuando el fundador del proyecto Julián Urigoitia se quejó injustificadamente de los “problemas técnicos que estamos teniendo (¿?). La próxima vez os traéis un amigo cada uno y nos vamos a una sala más grande”. Desde abajo, no se entendió la rabieta entre tanto buen rollo. Sea en una sala más grande o más pequeña, la próxima vez estaremos allí. Vamos, con toda seguridad.