lunes, 30 de julio de 2012

It began in Afrika (el nuevo Afro-Beat)


Tal como los Chemical Brothers titulaban aquel hitazo, innumerables géneros musicales nacen en ese gran continente.  Allí la necesidad y la lucha pueden expresarse con un ritmo capaz de contagiar a todo un planeta y conquistar a la urbe musicalmente más vibrante de Estados Unidos.

La semilla del afrobeat plantada a finales de los 60s por los nigerianos Fela Kuti y su mano derecha el baterista Tony Allen, da sus frutos varias décadas después y demuestra que no solo es capaz de desarrollarse en el Oeste de África.  Este ritmo de increíble vitalidad y aguerrido mensaje –que fusiona la música yoruba, el highlife de Ghana, jazz y funk-,   llega a Nueva York y de ahí al mundo. Con Femi y Shaun Kuti (ambos hijos del rey Fela) girando el legado de su padre por el mundo, los grupos neoyorquinos del nuevo afrobeat amplían miras haciendo caso al carácter mestizo de la Gran Manzana.


Desde el multicultural barrio del Lower East Side llegan Kokolo, quienes suman a la propuesta madre del afrobeat interesantes dosis de salsa gracias al origen venezolano de su líder, el carismático Ray Lugo. La música de Kokolo tiene el pulso rítmico y la sutileza de una orquesta afiladísima y, al mismo tiempo, su actitud en escena es absolutamente punk. Claro que soy de los que creen que el punk no es solo llevar crestas y ducharse una vez por mes. Un show de Kokolo es un auténtico puñetazo in your face donde es imposible no mover los pies. Todos sus discos  mantienen un gran nivel, sobre todo Love international (2007) y Heavy hustling (2009).
Es realidad indiscutible que el popular “boro” de Brooklyn se convirtió en los últimos años en la meca del indie y el diseño neoyorquino. Pues también de aquí salió la impresionante Antibalas  Afrobeat Orchestra. Formada, al igual que Kokolo, por personajes de distantes lugares, la banda se  convirtió en el fetiche de grupos como TV on the Radio, Foals, Medeski, Martin & Wood y The Roots con quienes comparten las jams de los lunes en el Highline Ballroom en Chelsea.

Recientemente Antibalas estuvo dando rienda suelta a sus músicos y Amayo, su cantante, se embarcó en la presentación de un particular espectáculo de música y narración. Inspirado en un viaje a San Salvador de Bahía y en la mitología China, Amayo fusiona los instrumentos clásicos del afrobeat con cellos y pianos de cola. Este espectáculo –presentado en varias partes en el precioso Joe’s Pub del East Village- es un auténtico spa para los sentidos. 
Si bien se formaron en Michigan, NOMO están haciéndose un buen lugar en la escena de NY. Habitúes del Joe’s Pub, el sexteto propone una visión más ambient del género. Dotados de dos baterías y decenas de efectos sonoros aplicados a guitarras, bajos, teclados, vientos y kalimbas, la música de NOMO remite al sonido de la selva profunda pasado por el filtro tendencioso de la gran ciudad. 
El afobeat ya es una realidad mundial, vale la pena globalizarse en algunos aspectos.

Big Dad


santodealer@gmail.com