John Zorn's Moonchild: Vulgar display of power
Parafraseando el título de aquel famoso álbum de Pantera, puedo decir que el concierto de Moonchild en Madrid fue una vulgar exhibición de poder.
Músicos duchos en esto de la experimentación que te dejan descolocado a cada gesto, cada pequeño detalle de un mundo inalcanzable pero muy cercano a la vez. Moonchild en directo es una potente avalancha de sensaciones. Todo lo que pasa en el escenario es difícil de creer pero termina siendo muy creíble. Será por que en ningún momento puedes realmente pensar que los señores Mike Patton, Joey Baron, Trevor Dunn y John Zorn están de coña entre tanto ruido raro, sino que ves como el arte se vuelve locura y la locura es completamente inherente (en diferentes medidas, eso si) al comportamiento de todos los seres humanos.
Una demostración más de que, muchas veces, lo raro, lo no convencional es solo una cuestión de estética: dentro nuestro todos nos sentimos alguna vez como los Moonchild en escena.
Músicos duchos en esto de la experimentación que te dejan descolocado a cada gesto, cada pequeño detalle de un mundo inalcanzable pero muy cercano a la vez. Moonchild en directo es una potente avalancha de sensaciones. Todo lo que pasa en el escenario es difícil de creer pero termina siendo muy creíble. Será por que en ningún momento puedes realmente pensar que los señores Mike Patton, Joey Baron, Trevor Dunn y John Zorn están de coña entre tanto ruido raro, sino que ves como el arte se vuelve locura y la locura es completamente inherente (en diferentes medidas, eso si) al comportamiento de todos los seres humanos.
Una demostración más de que, muchas veces, lo raro, lo no convencional es solo una cuestión de estética: dentro nuestro todos nos sentimos alguna vez como los Moonchild en escena.
Gracias por tanta realidad, señores.
