Architecture in Helsinki: haciéndose grandes.

Ahora, con Places like this, les toca conseguir que su nivel de expectativas quede complacido y la línea de éxito se mantenga recta.
Menos experimental y delirante que su antecesor, este disco es un paso natural en la corta pero muy interesante carrera de esta multitudinaria banda. Hay varios cortes en Places like this que animarían un fiesta de ex compañeros del instituto con éxito rotundo, como por ejemplo “Red turned white” y ese comienzo de rebeldía infantil o el primer corte “Heart it races” (¡llegó el indie-reaggeton!) que es la continuación implícita del enorme hit “Do the whirlwind” del anterior álbum.
La cosa se pone un pelín mas oscura en “Feather in a baseball cup”, recordando la voz de Cameron Bird a ciertos pop crooners ochenteros de ojos delineados.
Luego hay fiesta de tuba, trombón y clarinete en “Like it or not” y un poco de misterio en la entrecortada y delirante “Lazy (Lazy)”.
Después de haber viajado por diferentes ambientes que tienen en común esa actitud infantiloide y alegre marca de la casa, Places like this termina a todo divertimento en la bailable “Same old innocence”, donde su título descubre un poco el espíritu de esta banda donde esa “vieja inocencia” se une a la vanguardia pop para dar a luz a uno de los mejores grupos que nos toca disfrutar hoy en día.
